miércoles, 14 de julio de 2010

El déficit de atención

Sobre el Déficit de Atención y Neurofeedback como opción de Tratamiento
El Trastorno de Déficit de Atención (TDA) y el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) pueden entenderse como un déficit en la función regulatoria del cerebro que se manifiesta tanto en la atención, como en el afecto, y en el grado de activación fisiológica de quien lo padece. Se dice que este trastorno afecta tal vez, hasta el 10% de la población (dependiendo de la fuente consultada). También sugieren algunos autores, que existe una coincidencia de hasta un 70% entre el TDA/TDAH y los trastornos de aprendizaje. Y en algunos casos, al TDA/TDAH con trastornos de aprendizaje, se le suman problemas de conducta.
Nuevas evidencias nos indican que existe un fuerte componente genético en este trastorno. Es frecuente ver en consulta, niños con TDA/TDAH cuyos padres nos comentan de “un primito que es igual”, o un tío, o generaciones incluso anteriores, que, no habiendo sido necesariamente diagnosticados, comparten síntomas que bien podrían formar parte de la constelación llamada TDA/TDAH. Se sabe también que es de 4 a 6 veces más común este diagnóstico entre hombres que entre mujeres.
Dentro del TDA/TDAH podemos encontrar varios subtipos, tres básicamente, que se derivan de determinados patrones de comportamiento. Estos son: subtipo distraído/desatento, subtipo impulsivo/hiperactivo, y subtipo combinado. Sin embargo, la experiencia clínica nos muestra, que con frecuencia, a este diagnóstico se le suman un gran número de conductas adicionales, las cuales, de exceder ciertos límites, se podrían diagnosticar como: trastorno negativista-desafiante (el sujeto que no sigue las reglas, y no cree en la importancia de estas), trastorno de conducta, síndrome de Tourette, trastorno de ansiedad, depresión, manía, trastorno bipolar y trastorno convulsivo. Sin embargo, muchas de estas conductas y otras más, en ocasiones, y siendo más la regla que la excepción, se manifiestan a un nivel subclínico (es decir, que no alcanzan un nivel suficientemente elevado como para ser clasificadas como trastorno). Pueden estas ser: manifestaciones de ansiedad, de depresión, problemas de conducta, comportamientos obsesivos, comportamientos de desafío o de oposición, tics, problemas de sueño, dolores crónicos, ciertas dificultades de aprendizaje, problemas de eliminación (incapacidad como resultado de la inmadurez fisiológica o psicológica para mantener control de esfínteres), etc. Desafortunadamente, también se ha encontrado una incidencia mayor de abuso de substancias entre la población con TDA/TDAH, que en la que no lo sufre. Dichas condiciones, como ya se dijo, son tan frecuentes en personas con TDA y TDAH, que podemos concluir que toda esta gran multitud de síntomas pueden considerarse como parte del trastorno. Esto tiene lógica, si retomamos la tesis de que este trastorno presenta una especie de desorden en la función regulatoria cerebral. Es un problema funcional, y tiene que ver con la forma como el cerebro organiza y administra el grado de activación del sistema nervioso central, la atención y el afecto. Dicho desorden o desregulación explicaría entonces porqué el TDA/TDAH no se manifiesta como un pequeño conjunto de comportamientos, sino más bien como una constelación de múltiples síntomas y trastornos que se expresan en forma variada a través de diferentes constituciones.
A través de Neurofeedback, podemos normalizar la función regulatoria del cerebro sin la ayuda de fármacos. Neurofeedback interviene sobre la desregulación cerebral, por lo que es eficaz para todo el abanico de síntomas que puede comprender el TDA/TDAH. Funciona como una especie de ejercicio donde el cerebro aumenta su habilidad para regular y administrar sus ritmos regulatorios en forma autónoma. Dichos ejercicios, habiéndose llevado a cabo por un determinado lapso de tiempo, culminan en una sustancial mejora de la auto-regulación; son retos externos que se le imponen al cerebro y que logran que este retorne al equilibrio y libere de esta manera todo su potencial. Este tratamiento, o entrenamiento, es No invasivo y perdura en el tiempo, porque una vez el cerebro ha aprendido a funcionar de una manera más eficiente, no retorna a sus viejos patrones; por el contrario, mediante el uso y práctica continua, el nuevo proceso se afianza cada vez más, multiplicando sus frutos sobre la atención, el grado de activación fisiológica y el afecto.
Entre las ventajas del entrenamiento con Neurofeedback sobre los fármacos (por ejemplo, estimulantes tipo ritalina, antidepresivos o anticonvulsivos, que son por lo general los elegidos para tratar el TDA/TDAH y sus síntomas acompañantes) están:
1) Los beneficios con Neurofeedback son más globales que los de la medicación.
2) No produce efectos secundarios indeseables.
3) Neurofeedback puede iniciarse a edades tan tempranas como los dos años de edad, con resultados favorables.
4) Neurofeedback es un tratamiento y es No invasivo. Es un proceso de aprendizaje de auto-regulación. Una vez se completa el entrenamiento, la evolución se mantiene. Los fármacos NO son un tratamiento, son una remediación momentánea del síntoma, cuando funcionan (algunas veces no funcionan o no se toleran). Si la medicación se suspende, todo vuelve al panorama inicial. Los fármacos SI son invasivos.
La técnica de Neurofeedback mejora la función regulatoria cerebral. Esto trae como consecuencia una mejoría observable sobre el control del comportamiento, el manejo de la atención, y la regulación del afecto en las personas que padecen TDA/TDAH y síntomas acompañantes tales como problemas de comportamiento, trastornos afectivos, Tourette, y trastornos obsesivo-compulsivos.

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Entrenamiento Neurofeedback en nuestras instalaciones en Manizales

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